Manifiesto

¿Porqué y para qué otra revista?

Metaxis es un medio multiplataforma cuyo objetivo resta en la difusión de cultura crítica y pensamiento político.

A pesar de ser una descripción vulgar, es decir, para el vulgo, metaxis es un experimento, una apuesta, una decisión, e incluso, un corte si seguimos la etimología de está ultima palabra. ¿A qué viene ahora metaxis? ¿Y porqué hablar de ordenaciones atópicas?

En este suplemento mensual se presentarán y discutirán ideas que rondan el panorama cultural y político, para ver qué futuros se cincelan y con qué compromiso. Tal es el empeño que depositamos los miembros de este proyecto que consideramos necesario el atravesamiento propositivo y no tanto descriptivo de aquellas ficciones por las que accedemos a la realidad. La cuestión primordial de nuestros quehaceres será hallarnos con aquello que no preguntaba Lenin cuando decía “¿Qué hacer?” sino más bien Deleuze cuando se cuestionaba “¿Cómo funciona?”.

Si Metaxis refiere a un ordenamiento de lo que se da en diversos lugares, es precisamente por esta misma razón por la que es tan relevante atender a los significados, a los enunciados, para ver qué espacios se abren y qué sucede en ellos.

¿Qué nos diferencia de otros newsletter? La conciencia de los remolinos de alta mar: la autoreferencialidad académica; el necesario éxodo del pensamiento del tablero político; la urgencia de la amistad y políticas del afecto; el resquebrajamiento de la ontología política contemporánea; la canalización de las crisis climática, psíquica, democrática, económica y cultural al cambio de paradigma de la habitabilidad y la modestia; el engendramiento en lo social del pensamiento posfundacional y metamoderno; recuperación de la espiritualidad secularizada y puesta en funcionamiento de los cuidados; exégesis de la narrativa personal y activación de la oscilación con lo político; abandono de las generalizaciones vacuas y apuesta por el universalismo concreto…

Tal vez la diferencia no se halle tanto en la descripción aristotélica de ciertos factores distintivos sino, más bien, en el mero gesto intrusión que supone partir del nosotros para volver a él dejando por el camino la sangre de la dislocación conceptual grandilocuente y los deseos cuya alienación nos lleven al cataclismo de alguna de las crisis ya mencionadas.

Creemos que no se trata de meter el dedo en la llaga, ni tampoco de hacer una enumeración moralista de lo que hallemos, ni la fabricación de una estructura pesada que solo aquellos con poder pueden llevar a cabo. Para nosotros, lo relevante de estas lecturas, conversaciones, entrevistas y demás, es habilitar la posibilidad para hablar de lo que nos resulta interesante, íntimo e incluso naif hasta cierto punto, ya que aquellos parapetos que apuntamos en el párrafo anterior no son nada sin nuestra presencia. Es a esos lugares comunes a los que llegamos siendo conscientes de la inmensa campaña que sigue a día de hoy vigente del capitalismo emotivo o con rostro humano. Estos afectos contienen el virus de una utopía en potencia, cuya vehemencia condensada en una lágrima y sudor hace de gasolina contra los lazos psíquicos que nos atan en lugar de unirnos.

No nos proponemos dar lugar a nuevas religiones. No se trata del desfasado rastro etimológico de religare (religar, vincular) sino por otro lado el de relegere (recoger, recolectar en el sentido de volver sobre lo hecho, redoblar la atención y diligencia). Es la atención la que posibilita una nueva perspectiva. Es el juego poético de algunos psicoanalistas en plena clínica el que convierte una cosa en un caso.

Escribimos para nosotros, los que no tenemos enemigos sino ganas de estar tranquilos, que detestamos el trabajo asalariado y sus defensores, quienes ven el fascismo y lo tratan como una herramienta de usar y tirar, quienes atestiguan la rigidez que sostiene injusticias y por miedo, cansancio, ansiedad, pereza o tristeza no son capaces de ver las rendijas por las que cambiar las cosas.

Partimos para volver, y siempre volvemos, porque no hay escapatoria.