COMUNICADO I / PALESTINA LIBRE


Llevamos meses asistiendo a un genocidio retrasmitido en directo a través de nuestras redes sociales. Cada vez más, lo insostenible de la situación, ocupa las calles y rectorados de todos los países: «Cease fire now!», «¡Desde el río hasta el mar»… Por otro, una crítica cojonera totalmente ausente de rumbo se mete, irreflexivamente cínica, con en el uso de la IA para la visibilización de la masacre -¿«All eyes on Rafah»… con MidJourney? ¡Estupendo! ¡Abran paso que voy!- ¿Seguimos creyendo que es necesario ver niños decapitados y/o calcinados para concienciarnos? La IA se ha infiltrado en los algoritmos de las plataformas a través de sus superestrellas. 


Parece que ese mismo cinismo sigue vigente en la Europa de las libertades carentes de otros puntos de gravedad al márgen del económico. El fascismo institucional representado en la clase burocrática, sediento de poder, intenta cabalgar el descontento social a través de la solución de los dos estados y el ofrecimiento de unos cuantos mártires que serán sacrificados una vez se ha liberado el territorio para su reconstrucción (clásica estratagema colonial). Su falsa diplomacia no es capaz de esconder la sangre bajo su máscara ya ajada por vieja. Desde Metaxis, no solamente nos queremos pronunciar condenando este jodido genocidio que Israel está llevando a cabo, también queremos recordar que existen multitud de espacios, intelectuales y pensador_s (Filósof_s®) que aun mantienen la boca cerrada bajo la ordenanza institucional del silencio burocrático. 


No es de extrañar para nadie que desde los departamentos de filosofía, sobre todo de orientación analítica, no se entienda qué carajo está pasando y se adopten posturas habermasianas cuando la cuenta de muertos sigue escalando a más de 35.000. Como es habitual, la academia llega tarde al acontecimiento; indistinción con Palestina. Cuando la maquinaria de producción subjetiva israelí esparcida por todo el territorio y más allá atribuye a cada uno de sus miembros una tarea divina de liberación, ¿qué palabra media? Se ha de desmantelar toda esa maquinaria y sus enraizamientos, empezando por la desvinculación y el boicot. El actuar militante consiste en precisamente no tener que estar moralizando a nadie sino dar cuenta de una realidad que no ha cesado de escribirse con sangre, opresión, exilios forzosos y cuerpos mutilados a la sombra de una risa fanática y retrógrada. 


Esquiv_s, otr_s, no frenan en su idea de mercantilizar el pensamiento “crítico” y el activismo político. Europa está evidenciando, sin ningún pudor, la falta de corazón sobre la que se sostiene occidente. Mientras los compañer_s universitari_s siguen con su lucha, nos preguntamos qué hacen tod_s es_s que callan, ¿Qué justifica gobernar? ¿Su silencio es cómplice con el proyecto genocida de Israel o simplemente se hallan atrapad_s como otr_s tant_s en la máquina de guerra? ¿Tendrán el coraje también de desvincularse de aquellas universidades que den soporte al sionismo más allá de las que el movimiento estudiantil exige?

Currando todos los días, viendo masacre tras masacre, miembros esparcidos por el polvo, violencia espontánea por fascistas declarados… Lo que ocurre en Palestina nos demuestra que los asesinatos y los crímenes de guerra no se pueden combatir por la legalidad internacional que se demuestra inutil  para mantener a salvo a nadie. No necesitamos que nadie escriba sobre el tecnofeudalismo que viene, necesitamos que tod_s aquell_s que sueñan con predecir el futuro defiendan su presente. ¿Cómo cortar con eso? El capitalismo nos está demostrando que aún existe el colonialismo, que nada puede frenarlo y que al consumidor medio europeo no parece importarle mucho. Netanyahu no es el problema, simplemente es el fulano que representa la expansión del sionismo en nuestra época. Con “reconocer” Palestina no basta, y lo sabéis.

Quien tiene un altavoz y no lo usa, tiene una estrategia en curso que poco o nada tiene que ver con lo que está sucediendo. Nosotr_s, no olvidamos. 




Editorial Metaxis, 03/06/24